No hay rutina de belleza que funcione si no la usas. Por muy buenos que sean los productos aún no se inventa algún método que con solo comprarla haga efecto.
Pareciera que es algo obvio, tal vez para las personas que tienen ya el hábito de una rutina diaria de cuidado de la piel; sin embargo en estos dos años con NAE nos hemos dado cuenta que ese grupo es la minoría. En realidad la mayor parte de las personas (incluída yo) no somos consistentes con los productos que usamos. Por eso es que con esta nueva propuesta del Reto NAE ( si no sabes qué es el reto NAE, puedes leer aquí), decidimos incluir, además de productos, algunas referencias al libro “El Poder de los Hábitos” de Charles Duhigg, para ayudarte a construir tu propia historia de éxito al cuidar de tu piel. Tres de las ideas que más nos gustan de ese libro son las siguientes
Un hábito es como un piloto automático para el cerebro
Nuestro cerebro todo el tiempo está buscando la manera de ahorrar energía y tratará de convertir cualquier rutina en alguna automático, lo cual le libera, por ejemplo, de estar pensando en funcionamientos básicos. Esto es importante porque un primer paso es identificar cuáles son esos funcionamiento automáticos que queremos sustituir por otros. Pongamos el ejemplo de la limpieza facial, un funcionamiento automático puede ser que una vez son las 11 pm me dispongo a dormir, me pongo la pijama y me meto a la cama a descansar, muchas veces sin pensarlo.
Un hábito se forma con la combinación de tres elementos: un disparador, una recompensa y una rutina.
Siguiendo con el ejemplo anterior, el disparador podría ser la hora del reloj, la rutina es ponerse la pijama y meterse a la cama y la recompensa el sentimiento de descanso. Conforme un hábito se forma el disparador y la recompensa se van mezclando hasta crear un sentido de anticipación, ya son las 11 de la noche y me imagino mi camita y siento esa sensación rica de estar en la cama de uno ( sí, porque no se duerme igual en cama ajena). Esperen, entonces ¿dónde queda mi limpieza facial nocturna?.
Un hábito no puede eliminarse o desaparecerse, tiene que ser reemplazado por otro
Esta idea nos pareció muy poderosa porque uno piensa que puede crear hábitos así como así y lo que el autor propone es que un hábito no se elimina, sino que se sustituye por un hábito nuevo. Para ello primero debes creer que un cambio es posible; sugiere que la fuerza de un grupo es potente (aquí entramos nosotras). Debes mantener el mismo disparador y la misma recompensa, y sólo cambiar la rutina. En este caso cuando den las 11 de la noche, nos ponemos la pijama y busquemos la limpieza facial nos de el mismo efecto que nos da nuestra camita. ¿Cómo lograr eso? una idea puede ser a través de los olores de los productos que usamos para limpiar el rostro; ahí cada quien puede pensar en algo.
Crear un hábito nuevo bueno es una excelente inversión, porque a largo plazo, como dice el título de este post, te hará más feliz y es para ser felices que venimos a este mundo.
hztlysvsha
marzo 28, 2021
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?